viernes, 20 de marzo de 2009

Lección en cama ajena

Me desperté en una cama desconocida, una vez más.
Puta, pensé, ¿qué carajo hice anoche?
Y no recordaba nada extraño: cena en la casa de un amigo, con más amigos. Vino, empanadas, música, discusiones idiotas sobre fútbol, cine, una entrega de premios yanqui, minas ( cuando ellas no estaban cerca, y por falsa caballerosidad) y más vino.
Y entre tratar de recordar lo de anoche, y tratar de encontrar la ropa, o algún indicio del lugar ese en donde había dormido, escucho una voz.
-Pedro, el mate amargo, no?-
¡No puede ser!, pensaba mientras me ponía los boxers que encontré en el piso, esa es la voz de Mechi! ¡No puedo ser tan pelotudo!
Mientras mi desesperación crecía y tomaba forma de monstruo, Mechi repetía: -Amargo, no?-
-Sí, sí, amargo- y lareputísima madre! ¡la novia de mi amigo que está de viaje! ¡No puedo ser tan pelotudo!
La velocidad con la que encontré la ropa y me la puse era comparable a la de la luz ( aunque en mi cabeza sentía que me había tomado un cóctel de pastillas de freno)
Sonó un teléfono y Mechi atendió.
Sentía la boca pastosa. Los reflejos despiertos por la adrenalina de mierda que me inundaba la sangre (y que yo sentía que también me la envenenaba), no me respondían como yo quería. Y encima de todo, aparece la cara de Mechi asomando en el marco de la ventana, sonriente y diciendo:
El Negro pregunta si querés alguna con dulce de leche.
Mi cara de horror y sorpresa la debe haber divertido, porque se rió y me repitió: facturas, Pedro. ¿Alguna de dulce de leche?
-Ehhh, si, decile que sí. Y una torta negra- Me volvió a mirar divertida - Carasucia, acá les dicen carasucias....-
Mientras Mechi desaparecía para el lado de la cocina, yo le rogaba a mi cerebro que reconstruyera los hechos desde la noche anterior de empanadas y vino, hasta mi desnudez en la cama del Negro y Mechi.
No había caso. El muy hijo de puta se negaba en colaborar.
Alguna imagen nueva aparecía, pero nada del otro mundo: yo bailando en el living del Cabeza con un vaso de tinto en la mano y una rubiecita ( de la que no me acuerdo ni el nombre) enfrente... El Cabeza subido a una silla gritando:¡Viva Perón, carajo!...Mechi sirviendole vino a Moni...Moni vomitando en el cantero del patio...
Y de repente, el recuerdo liberador: La imagen del Negro entrando por la puerta con una botella en la mano, Mechi saltandole encima y llenándolo de besos, todos abrazándolo, el Negro contando que hicieron funcionar el pozo nuevo y que por un mes no tenía que volver a Zapala....
Y cuando me cae como una ficha todo eso ( pero sigo sin saber como terminé en bolas en su cama) el Negro asoma la jeta sonriente por la puerta y me dice:
- Qué pedo que te agarraste anoche, Pedrín. Por suerte nos apiadamos de vos-
- Negro- le digo- a vos te puedo preguntar. ¿Cómo terminé en bolas en tu cama?
- ¡Ah, querido! si te quedaste en bolas eso ya es responsabilidad tuya!-
- No te rías, imbécil. Decime que carajo pasó!-
-Anoche hicimos un trío con la Mechi. Mientras vos te la curtías, yo te la metía por atrás.¿ No sentís un dolorcito en el ocote?-
Su cara de seriedad casi me asusta. Por un par de milisegundos dudo.
-¡Boludo! Te mamaste, te trajimos acá, te tiramos en la catrera y dormimos en el futón, que es más grande que esta camita de plaza y media. La joda loca no es para vos. O ya estás viejo-
- Viejo y pelotudo. Necesito una novia-
-¿Todo lo solucionás con una mina?-
-No, pero por lo menos si amanezco en bolas en una cama desconocida, no tendré que preguntarme si me curtí a la novia de un amigo, si mi amigo me rompió el culo, o si participé de una orgía con 50 marineros rusos-
- Eso es lo de menos, Pedro. Lo peor es preguntarse por la mina que está al lado tuyo. Eso de yirar en camas de minas es un bajón-
-¿Lo decís por..?.-
-Por todas esas que andaban por ahí, prestándome un rato la cama, antes de encontrar a la Mechi-
El silencio que siguió a eso lo rompió Mechi, entrando con el mate.
Desayuné y me volví caminando a casa, pateando piedritas por el camino. Envidiando al Negro y a Mechi sin saber que algo similar me estaba por pasar.

sábado, 14 de marzo de 2009

Algo de mí

Soy un desarraigado.
A ponchazos armé algo parecido a una identidad, pero sigo con dudas a mis 32 años.
Digamos que me construyen las casualidades.
Hijo de padres desaparecidos. Rescatado por mis abuelos y mis tíos, criado lejos de mi ciudad de origen, de mi familia paterna, de mis raíces, me fui haciendo de un pasado casi ficticio.
Mi apellido, Ayunkhurá, que a mucha gente le suena japonés, es tehuelche. Y eso ya dice mucho de mi. O casi nada. Porque recién a los 18 años conocí mis raíces originarias. y a esa altura ya era más bonaerense que chubutense, como ese resto de mi familia.
No sabía que se decía Wenumapu o Minchemapu, pero del Bien y el Mal tenía ejemplos bien claros. Desde el mismo momento en que nací.
Y me vi perdido.
Y salí a rodar.
Pero fue una carrera, una huída casi.
Anduve por todos lados. Adentro y afuera del mapa.
Como corresponde, pasé hambre, frío, soledad...
Pero también tuve amores, hogares, familias adoptivas, amigos para siempre y trabajos enriquecedores.
El cambio de paisaje fortaleció mi mirada, y eso ayudó a armarme una profesión ( soy fotógrafo).
Y a pesar de que fui canto rodado, hoy sé que quiero ser piedra fundamental.
En cierta forma ya me detuve, pero no del todo. Aún me queda un balanceo que hace que las cosas no se me queden pegadas, o yo no me deje cobijar por nada o por nadie del todo.
Es como un orgullo dolorido, de esos que se asemejan a la cobardía.
En cierta forma, y analizando a grandes rasgos la bajada de línea que uno mamó desde la infancia, el mensaje era: no ames, porque perdés. y perder el amor duele.
Y protegiéndome de estupideces, cambié el rumbo mil veces.
Claro que de todo algo sale.Claro que todo nos enseña.
Pero ya me cansé de ser alumno, aunque sé que uno nunca dejará de serlo jamás.
Como dijo un poeta de esos que se aman o se odian, a veces uno sigue en pie por costumbre. O porque no sabe cómo caerse muerto.
Soy una casualidad en el universo.
Un desarraigado con ganas de echar raíces.
¿Servirán las hormonas de enraizamiento del vivero?