viernes, 27 de febrero de 2009

Cartas

Tengo una amiga/hermana con la que me escribo cartas desde siempre. Y ese es un siempre que viene desde la infancia en un pueblo. Es un siempre lejano y profundo. Y sobre todo extraño, porque vivíamos a pocas cuadras y nos veíamos todo el tiempo. Pero había cosas que sólo las decíamos por escrito.
Las palabras escritas toman otra dimensión. Padecen de una eternidad ( que no es tal) que las palabras habladas no tienen.
Por ejemplo, a nuestros 11, 12 años...
Malu:
¡Dejame de joder con que otra vez te enamoraste! ¿Cuántas veces van este mes?¿Cinco?¿Seis?
Además, tengo que decirtelo, estás muy llorona.¡El otro dí viste esa propaganda de Clave de Sol y moqueaste cuando el petiso ese le decía a María Pía que la quería!
Si seguís así voy a empezar a invitar al Negro o a Jóse a tomar la leche.
Y si estás sensible, le digo a mi abuela que le diga a la doctora que es su amiga que te cure.
¿Es por estas cosas que el tío dice que no entiende las mujeres?
Ya me parezco al tío.
Pedro

Claro, yo no entendía nada de ciclos menstruales, ni crecimiento descontrolado en las mujeres (ella ya tenía tetas hacía rato y yo era el mismo boludo de siempre. Además era petiso todavía)
Después la cosa cambió:

Malu, Maluca, Masloca:
Llegué a casa y todavía siento la batería en mi cabeza.
¿Eso era "ir a un recital"? Parece que está bueno, o por lo menos los más grandes la pasan genial.
Todavía no entiendo bien cuál es la gracia, pero siempre fui un desubicado.
Tu amiga, la flaca, me parece que tiene onda conmigo. Pero no la encararía porque sería mezclar las cosas.
El Negro tomó un par de vasos de cerveza y dice que se emborrachó. Yo creo que se puso más pelotudo de lo que ya es.
Te dejo esta carta por abajo de la puerta, así la ves temprano y puedo avisarte que vengas a casa después de la escuela y me ayudes a escaparme. El viejo está muy rompebolas y necesito una excusa. Y a vos te quieren.
Me voy a dejar el pelo largo aunque él no me deje.
Pedro


El tiempo pasó y yo me fui lejos del pueblo y de mi amiga, pero las cartas siguieron:

Negra:¡Es verdad, hace un frío de cagarse! ¿Cómo lo dedujiste? ¿será que estamos en invierno? ¿será que Chubut está al sur de La Plata?
La facultad no te está haciendo más inteligente, creo.
Fuera de broma, no estoy acostumbrado todavía. Es un frío distinto al de la pampa. Y la falta de horizonte lejano, las montañas, el viento...que se yo...me llevan un poco a lugares que reconozco míos, pero de los que todavía no me adueño.
Hay algo en la sangre que me grita. Que me hace quedarme estático ante un árbol, unas piedras, o el río.
Venir a buscar esas cosas de las que hablamos la última vez, e ir encontránolas, vale por todos los fríos del mundo.
Como decía el cuento de la Togno: el aliento cae parado en forma de chupetines, y se puede jugara a las bolitas con las lágrimas, pero lo encuentro a mi papá y a los suyos en cada camino.
Te mando un par de fotos de la casa. Y espero las tuyas.
Besos fríos
Pedro Ayunkhurá ( más ayunkhurá que nunca)

De estas cartas conservo los borradores, por eso los puedo copiar acá. Algunas respuestas también las guardo, pero de contarles eso ya se ocupará ella, Ma Lau sin cuya inestimable colaboración ( y aceptación de publicar estas pavadas) este post no hubiera sido posible.

6 comentarios:

María dijo...

Pedrín, me hiciste viajar al pasado más boludo del mundo. Me encantó!
Además, esa manera casi casi sutil de ir mostrandote.
Le estás agarrando la mano al tema del blog
Congratulaciones, caballero

Capitan de su calle dijo...

Ah bueno pero eso es genial! Es como un tesoro para guardar.

Cuanta gente conoces que se escriba cartas con alguien desde los 11?

Por ahi de tan cotidiano uno le pierde el gusto pero la verdad, es increible. Podria seguir pasando hasta que te mueras. Podsria ser una biografia mutua, que los pinte a los dos mirados por el otro.

Perdon, me volé. me parecio genial
Un abrazo

Pedro dijo...

Malu: hay pasados boludos y de los otros también.
No olvidar es importante para no repetir
Pablo: Que bueno que te haya gustado.
Tengo que seguir buscando, porque hay más

Anónimo dijo...

Qué lindas son las cartas casi innecesarias. Cuando mi amiga y yo íbamos a escuelas diferentes en vez de llamarnos por teléfono nos mandábamos cartar por medio de nuestros hermanos que iban a la misma escuela, era genial.
Me hiciste acordar de eso, gracias.

Un beso y gracias por la visita che.

Unknown dijo...

En pocas palabras: cautivada.
El lenguaje es algo que personalmente me atrapa, en cambio a usted, simplemente, lo libera.
Un gustazo leerlo!
Saludotes:)

Lorena J. Saavedra dijo...

¡Amo esta entrada! ¡Sencillamente la aaaaaamo!

lore